Placer – Una vivienda pensada para el disfrute.
Un disfrute dentro-fuera que se consigue abriendo el mayor número de vanos posibles al exterior, y que favorece la relación constante entre el espacio doméstico, el jardín y el mar. Generando espacios acogedores, familiares y llenos de vida, definidos por los materiales de siempre pero ahora entendidos desde un planteamiento contemporáneo.
Y un disfrute interior, una casa capaz de cerrarse en sí misma durante los meses de invierno, pudiendo disfrutar del calor de la chimenea, de un buen baño con vistas al Cantábrico o de una tarde de juegos.