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La Oficina del Científico

Proyecto de reforma integral de una oficina de 400m2 en un edificio diseñado por el arquitecto Miguel Fisac en
1967. en la calle Velázquez, en Madrid.

En Estudio Boira tendemos a mirar la vista hacia atrás, no como un ejercicio nostálgico, pero sí tratando de entender mejor el contexto arquitectónico en que se enmarca cada proyecto. La composición y el diseño arquitectónico de los envoltorios con los que trabajamos, suelen tener mucha información y muchos matices que, en la mayoría de las ocasiones, tratamos de poner en valor.

En este proyecto, Miguel Fisac creó unas fachadas con láminas curvas de hormigón visto, huecas, que albergaban en su interior la cajonera de las persianas en la parte superior, y el sistema de climatización en la parte inferior.
Esa sección tan sugerente y práctica a la vez, fue el origen de nuestro proyecto para ‘La Oficina del Científico’.
Decidimos continuar esa estrategia de muros equipados, para liberar el interior de instalaciones y con ello ganar la mayor altura posible. Por otro lado, optamos por incorporar ese gesto curvilíneo al interior, como un guiño o un recuerdo del recurso utilizado por Fisac, y apoyarnos en esas esquinas curvas para trabajar una planta muy longitudinal que necesitaba acomodar hasta 6 despachos de directores, dos salas de reuniones con capacidad de convertirse en una única sala de juntas, una cocina con office, una sala de exposiciones, un open space para los trabajadores…

Localización

Madrid

Superficie

400 m2

Tipo de Obra

Reforma Integral Oficina

Fotografía

Belén Imaz

ESTILISMO

Estudio Boira

El objetivo en todo momento fue conseguir acomodar ese programa de necesidades sin sacrificar la permeabilidad visual y lumínica del espacio. La luz que tiene la oficina es maravillosa, y todos los trabajadores, sin excepción, debían poder disfrutar de esa cualidad. Así nos lo trasladó el cliente, que en todo momento pensó
en diseñar una oficina para su equipo.
Generamos un núcleo ‘sólido’ a través de tres cuerpos curvos consecutivos trasversalmente, que separan el
espacio público del privado, y hacen las veces de embudo, generando un punto de fuga muy marcado al inicio, que se abre con fuerza al final, dando lugar a un espacio totalmente abierto, donde se ubica el open space, concebido en todo momento como el corazón de la oficina.


Los materiales predominantes en la oficina son el vidrio y la madera. Ésta última se encarga de dotar a la oficina
de una escala doméstica. Y es que se presentaron hasta 12 muestras de acabados para la madera, porque el espacio debía ser cálido, pero sosegado, no deja de ser un espacio de trabajo.

El mobiliario y la iluminación, se estudiaron con sumo cuidado. Queríamos que todas las piezas hablaran el mismo lenguaje, pero que cada una se encargara de aportar un matiz diferente, bien a través de las texturas, bien a través del color, bien a través de las formas.

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